Diversidad cultural y de género

Diversidad cultural y de género

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los prejuicios y los arquetipos


Las conductas de relación que implican un rechazo instantáneo hacia unas personas
determinadas, tanto como aquellas conductas que implican una aceptación
total, sin fisuras, suponen la existencia de prejuicios, basados en valoraciones
—negativas o positivas— de tipo social o individual.
Los prejuicios y arquetipos sociales suponen una esquematización de la
realidad, acorde con unos modelos de persona deseables. La discriminación
y el rechazo hacia una persona o colectivo considerado como diferente suele
basarse en la atribución de rasgos o características físicas, psicológicas o sociales,
generalmente infravalorados por diversas razones: el género, una cultura
determinada y diferente a la propia —o la consideración de una falta de cultura—
una raza, una minusvalía física o psíquica, etc. En definitiva, toda característica
que no se ajusta al modelo establecido como normal y deseable.
La percepción de una persona a la luz de un prejuicio o de un arquetipo es
una percepción monolítica, unidimensional y, en la mayoría de los casos,
deforme.
Las relaciones interpersonales que se establecen sobre la base de ideas preconcebidas
o prejuiciosas acerca de las personas no permiten un real conocimiento
personal ni social.
Los roles y las características preconcebidas que se suelen otorgar a los niños
y a las niñas —por ser niños o por ser niñas— a la niña gitana por ser gitana,
y al niño desgarbado por tener una particular figura, no sólo impiden un auténtico
conocimiento de la persona como tal, sino que también dificultan un desarrollo
psicológico y social satisfactorio.
La población infantil, al carecer de instrumentos de crítica y de análisis de
los aspectos más complejos de la realidad personal y social, es muy sensible a
la interiorización de estos prejuicios y arquetipos. Ello conlleva a menudo el
etiquetaje de compañeros o compañeras como personas deseables o no deseables,
sin realmente comprender el motivo de muchas de las atribuciones que se
les otorgan. Este etiquetaje, fruto de una educación social determinada, suele
ser difícil de movilizar sin una reflexión y un cambio de puntos de mira.
Además de los prejuicios que se manifiestan con respecto a aspectos físicos
no valorados, o rasgos culturales diferentes al propio, entre otros muchos,
los prejuicios y los arquetipos por razón de género surgen de forma extraordinariamente
frecuente en los ámbitos escolares, suelen ser a menudo inamovibles,
y se caracterizan por una gran irracionalidad.
Comprobar el esquematismo y la limitación que supone la atribución de
características prejuiciosas y monolíticas a las personas, así como el papel negativo
que ello juega en el desarrollo de la personalidad, tanto de quien manifiesta
los prejuicios como de quien los padece, constituye un objetivo importante
en la educación de niños y

1 comentario:

  1. me gustó mucho tu artículo, gracias.... es muy importante informar sobre el daño del prejuicio, nosotros, los de Orientación sexual homosexual, también lo padecemos con mucha frecuencia y con consecuencias fatales.
    Me gustaría solicitarte que me permitas publicarlo en mi blog, claro, con tu respectivo crédito. Es un blog e orientación gestalt. La dirección es terapiagestaltsi.com ojalá lo visites.
    Un abrazo y gracias de nuevo.
    Luis Fernando Martínez
    CD. DE MÉXICO

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